De sobra es conocida Madrigal de las Altas Torres como la localidad en la que nació Isabel I de Castilla y de León el 22 de abril de 1451, pero no vamos a hablar de esta reina hoy y aquí, sino de otras mujeres que fueron tan importantes y tan católicas como la Trastámara.
Nuestra historia comienza en la iglesia de Santa María del Castillo, un templo construido en el siglo XII en la parte más alta del pueblo y sobre los cimientos de una antigua fortaleza. El tesoro más valioso que encontramos allí y en todo Madrigal son unas pinturas que los que saben datan como del siglo XIV. En lo alto podemos ver un pantocrátor acompañado de un tetramorfos, algo de lo más habitual en una iglesia románica.
La sorpresa viene cuando bajamos un poco la vista y nos encontramos con doce figuras que, sorprendentemente, no son los doce apóstoles, sino doce mujeres mártires, entre las que se distinguen claramente tres por sus atributos: santa Lucía, santa Catalina de Alejandría y santa Bárbara, que muestran unos ojos en una copa, una rueda dentada y una torre respectivamente.
Esta elección de doce mujeres podría significar que la mecenas de la obra fuera, precisamente, una mujer con posibles, quizá una reina. No soy yo quién para hacer comparativas de pinturas medievales, pero he de decir que la vista de estas pinturas me trajo a la memoria otras que podemos ver en el convento de Santa Clara de Salamanca y en la iglesia de San Sebastián de los caballeros de Toro —aunque procedentes del convento de clarisas de dicha ciudad— y en las que también se representan a santas martirizadas.
En Salamanca podemos ver, entre otras, a santa Bárbara y a esta otra mártir que no se ha podido identificar. Ambas lucen un atuendo en un color naranja que, por lo que sea o por nada, se asemeja mucho al mismo tono empleado en los vestidos de algunas de las mártires de Madrigal.
De Toro me apetece enseñaros esta imagen de santa Catalina de Alejandría, mártir que también está representada en unas pinturas de la iglesia de San Marcos de Salamanca.
Entre el pantocrátor y las mártires encontramos otra cosa bien curiosa, un friso dentado con caras y unos ojos bien llamativos.
Sea cual sea la interpretación de este motivo, que habrá para todos los gustos, no parece algo que tenga su origen en el reino de Castilla o en el de León, aunque puedo decir que también me trajo a la memoria algo que había visto antes en la iglesia de Santa María la Mayor de Arévalo y en los cuadrales de la techumbre de la iglesia del convento de Santa Clara de Salamanca.
Tampoco soy yo nadie para identificar quién sufragó estas pinturas, pero, si son del siglo XIV, al igual que dicen que lo son las salmantinas y las toresanas, me viene a la memoria una mujer que fue tres veces reina: consorte con Sancho IV, regente con su hijo Fernando IV y tutora de su nieto Alfonso XI, aparte de tenente de Madrigal, Salamanca y Toro. Se trata de María de Molina, que vivió entre los años 1264 y 1231. Así, de paso, recordamos que en la historia de España ha habido otras reinas con verdadero poder aparte de Isabel de Trastámara, aunque a María de Molina, nieta de otra grande, Berenguela de León y de Castilla, la trajeron por la calle de la amargura, casi como a una mártir, la nobleza y sus propios parientes.
Sepulcro de María de Molina en el Monasterio de las Huelgas Reales de Valladolid.
En todo caso, sea lo que sea, acercaos a Madrigal de las Altas Torres, ya que merece mucho la pena pasarse un día entero allí para ver cosas muy interesantes, entre ellas una aparentemente muy humilde y que se encuentra en la misma iglesia...
Buenas noches.
ResponderEliminarCon su permiso he publicado está publicación, en mi blog de Madrigal
elrincondemadrigal.blogspot.com
Me parece un articulo muy bueno y por eso lo he publicado. Si hay algún inconveniente por su publicación, me lo dices y lo borramos. Un saludo