Cuentan los historiadores del Arte que tanto en la iglesia de santo Tomás de Canterbury como en la Catedral Vieja de Salamanca se construyeron cúpulas de estilo angevino o del gótico Plantagenet. A mayores, afirman que la Torre del Gallo es de estilo aquitano, que no deja de ser otra forma de referirse a lo angevino-Plantagenet. No deben extrañarnos tales asertos, ya que la introductora del culto a santo Tomás de Canterbury en el reino de Castilla fue la consorte de Alfonso VIII, la reina Leonor Plantagenet, que fue enviada a estas tierras por su madre, que era, precisamente, la duquesa Leonor de Aquitania. Por otro lado, su hija Berenguela, continuadora del legado recibido por parte materna, fue reina de León y tenente de Salamanca en la época en la que la construcción de ambos templos estaba en su máximo apogeo, entre finales del siglo XII y principios del XIII.
Los reyes de León Alfonso IX y su consorte Berenguela hacia 1200, estando ella embarazada de su hijo Fernando, que llegaría a ser rey de Castilla en 1217 y de León en 1230. Ilustración realizada por José Luis García Morán para la exposición permanente "ALBA MEDIEVAL - Una historia de leones y castillos", que se puede visitar en la localidad de Alba de Tormes.
Además, un día subes a la techumbre de la iglesia del convento de Santa Clara de Salamanca y te encuentras con que, entre los emblemas de los reinos leonés y castellano que la decoran junto a otros muchos, hay pintadas cinco chovas piquirrojas, ave relacionada de manera milagrosa y legendaria con santo Tomás de Canterbury, que, precisamente, fue el santo protector de la dinastía Plantagenet.
¿Podría ser que no le estuviéramos dando a estas dos mujeres el protagonismo que merecen en la historia de los reinos de Castilla y de León y, concretamente, en el territorio salmantino? Porque el caso es que en la ciudad de Béjar hay un puente medieval denominado "de San Albín", ya que junto a él había una ermita dedicada al susodicho canonizado obispo de Angers, siendo ésta la ciudad de los angevinos, la capital del ducado de Anjou, cuyo propietario era Enrique II Plantagenet, a la par rey de Inglaterra y duque de Normandía y, lo que es más importante, padre de Leonor Plantagenet y, por lo tanto, abuelo materno de Berenguela de León y de Castilla.
Saint Auban en francés o Saint Albin en inglés, santo angevino muy popular en la Edad Media que da nombre a un puente en la ciudad salmantina de Béjar. En esta miniatura lo vemos exorcizando a una mujer.
Puente de San Albín en Béjar.
No nos parece descabellado pensar, por lo tanto, que, si a caballo entre los siglos XII y XIII se estaban construyendo con estilo angevino en la leonesa ciudad de Salamanca, donde reinaba la angevina Berenguela, al mismo tiempo se estuviera erigiendo un templo dedicado al patrón de Angers en la por entonces castellana ciudad de Béjar, donde reinaba su madre, la también angevina Leonor Plantagenet.
Saint Auban en el III concilio de Orleans, durante el cual abogó con firmeza por el restablecimiento de las condiciones canónicas relativas al matrimonio que prohibían a los contrayentes tener vínculos cercanos de parentesco, condiciones que se había relajado en favor de los intereses de la realeza. ¿Tuvo el temor de Berenguela a ver su matrimonio incestuoso con Alfonso IX de León algo que ver con la difusión del culto a san Albín en estas tierras? Si fue así, el santo no le ayudó gran cosa, ya que en 1204 la reina consorte leonesa tuvo que separarse de su esposo siguiendo los dictados del papa Inocencio III.
Por otro lado, hay un barrio con el nombre del santo de Angers en Mérida, que también se emplea para una calle de Ciudad Rodrigo y para otra en la localidad cacereña de Torrejoncillo, donde todavía existe una gran devoción por él y se celebra su fiesta el 1 de marzo. Todo parece indicar que en estas tres localidades también existieron templos bajo la advocación de san Albin, que quizá fueron levantados gracias al patrocinio real o por unas gentes procedentes del noroeste de Francia y repobladores de estas tierras.
Torre de la abadía de Saint Auban en Angers.
Portada occidental de la iglesia de Saint Auban en la ciudad francesa de Vaux-sur-Aure.
Ermita bajo la advocación de san Albín en la localidad zamorana de Fermoselle. Dicen que su primera construcción fue del siglo X, cosa que ponemos en duda, ya que parece poco probable que se construyera un templo dedicado al santo patrón de Angers en el reino de León antes de que llegara a él la reina consorte Berenguela, angevina por parte de su abuelo materno.
Miguel Ángel Martín Mas
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